viernes, 22 de enero de 2010

A'HUTSAJ, rito prohibido


"El rescate y la difusión de la música aborigen, integrada por las antiguas canciones rituales, prohibidas desde principios de siglo por los distintos misioneros extranjeros, principalmente ingleses, radicados en la zona. Podemos afirmar, que algunas de ellas se registraron en video por primera vez y en los lugares de origen."
Al Sur de América, en Argentina, sobreviven numerosas comunidades aborígenes con serios problemas para conservar su identidad cultural y étnica. Este es el caso del pueblo Wichí, conocidos con el despectivo nombre de matacos que quiere decir "animal de poca monta", en contraposición al de Wichí que significa "gente". A'Hutsaj -se pronuncia "Unchaj"- y quiere decir "carancho", es también una danza que los Wichí bailaban imitando al ave, y que les servía para formar parejas. Los ingenios azucareros, en su mayoría ingleses, patrocinaron la llegada de los pastores anglicanos que venían con la misión de ubicar los asentamientos nómades para reducirlos en misiones. De esta manera se facilitaba el posterior traslado a la zafra azucarera, de donde sólo regresaban los más fuertes.Los misioneros consideran a la música aborigen ligada al demonio y a los shamanes, con quienes disputaron el liderazgo espiritual, llegando en varios casos a expulsarlos de las comunidades. Los Wichi dejaron de cantar sus canciones a partir del año 1904 para reemplazarlas por música religiosa.

Los realizadores, convivieron en las distintas comunidades situadas en el Chaco Salteño, compartieron sus comidas, participaron de sus fiestas y jornadas de caza y pesca, siendo testigos de las

Dificultades que le son impuestas a los que persisten en conservar vigente la música ancestral.

La guerra de Malvinas, lejana y fría para el chaco, produjo la huida de los pastores extranjeros.
Desde entonces el control misional se encuentra debilitado. El pueblo Wichi comenzó, de esta forma, a recuperar su historia y a salir de la larga noche en la que se encuentra sometido. Es tarea de los hijos de América y de todos aquellos que aceptan y se enriquecen con la diversidad de culturas, posibilitar el rescate y la promoción de la cultura del pueblo Wichi, conservando la memoria de su pasado, las tierras que siempre habitaron y respetándoles la voluntad de ser ellos mismos.

Dirección: Alejandro Arroz
Producción: Patricia Ortíz



GANADOR DEL CONCURSO ANUAL de Becas y Subsidios a la Creación Artística. Fundación Antorchas. (Proyecto documental) Bs. As. 1990.

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